miércoles, 14 de marzo de 2018

Seguimos funcionando.

La única condición es que escribas. Escribe cada segundo de tu vida y las impresiones que en ti genera. Escribe sobre la desigualdad, las injusticias, el desamor o incluso de fuerzas tan conciliadoras como el amor en sí. Tan solo escribe todo lo que tienes dentro de ti. Piensa en un concepto sobre el que quieras versarte. Elige una metodología con la que abordar el tema en cuestión y exprésate. O también, puedes no elegir un tema y simplemente escribir las sensaciones que te van llegando. Yo sigo con la misma y todos los temas sobre los que escribo acaban en el mismo callejón sin salida. Algo que quieres y que no lo tienes. Cuanto mas lo quieras y lo persigas mas lejos de ti estará. Como el agua cada vez que tratas de atraparla con las manos. Si, por lo contrario, te dedicas a echar un paso atrás tu propia incertidumbre te consume, sintiendo una fuerza tremenda que trata de contactar con esa parte de tu vida que te hace feliz. Se va, vuelve y se vuelve a ir. Un pasatiempo sin ningún motivo. Y ¿por que ningún motivo? pues porque quieres lo que quieres y es muy difícil omitirlo.
Ahora mismo estoy inmerso en esa noche. Una noche que sabía que se avecinaba una madrugada intensa y llena de caricias. Estoy paseando bajo el frío punzante y temblando mientras escucho tu voz hablar. Por momentos siento que si estas aquí mi vida va bien. Te necesito ¿por que?. Solo porque me considero más valorado si me das un beso. Pero ¿donde quedo yo, quien soy yo y que quiero? Tal vez ese sea el problema, que te necesito para librarme de mi. Y eso es como un ardor interminable, sobre todo porque no estas.

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