martes, 2 de abril de 2019

Tempus

Que tienen esos momentos que tanto despierta en nosotros. Un niño impaciente no puede estar quieto en su pupitre esperando a que suene la campana de clase para dar comienzo a un fin de semana. Una hija pasea con su madre por las calles del casco antiguo de una ciudad mirando tiendas. Son las seis y media y disfruta de que su madre tiene la tarde libre y puede pasear con ella. Una persona sale del trabajo sabiendo que tiene la tarde libre y que su pareja le esta esperando con un calido cafe para conenzar un lapso de tiempo donde puedan disfrutar de su compañia antes de que el horario laboral les interrumpa. Sin embargo toda esta gente disfruta de un futuro que esta por llegar. De un futuro que una vez llegue se esfumara con la misma rapidez.  Ese previo momento a disfrutar algo que sabes que esta a punto de llegar.
Como el agua que se escapa entre los dedos se escapa el tiempo. El mismo tiempo que antes de llegar nos da placer y cuando lo miramos una vez ha pasado puede causarnos nostalgia o pena. Proyectamos aquello que deseamos y no disfrutamos de lo que poseemos una vez lo tenemos.

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